Curso e-Druida

SABER DE FARMA

Administración de medicamentos

María Vicenta Tarazona Casany

 

Cuando se habla de administración de medicamentos nos referimos, exactamente, al momento en que los medicamentos acceden a nuestro organismo para cumplir su función. Esta entrada se puede realizar a través de diferentes partes de nuestro organismo, llamadas “vías de administración”. En el caso de que tomemos la medicación por la boca sería la administración vía oral, si es por los ojos hablamos de la vía oftálmica, por piel será la vía tópica, si nos lo pinchamos puede ser subcutánea o intramuscular, si el medicamento va directamente a la sangre, es una administración intravenosa.

Nos encontramos ante dos situaciones diferentes en la administración de medicamentos. En casa, eres tú como paciente o tu cuidador, el que administra el tratamiento. Y por otro lado, están los pacientes ingresados en centros sanitarios, en los que la administración de medicación es realizada por la enfermería.

 

 

Administración de medicamentos por el paciente o sus cuidadores

Los pacientes no hospitalizados, es decir, los que estamos en casa, somos los más abundantes y a los que nos llaman “pacientes ambulatorios”. En este caso compramos los medicamentos en nuestra farmacia del barrio, donde llevamos la receta. Cuando ya disponemos del medicamento nos lo administramos, o lo que es lo mismo nos lo aplicamos por la vía que esté descrita (boca, ojos, piel, oídos), para que llegue hasta la parte del organismo donde ha de realizar su actividad. Es en este caso la administración del tratamiento es responsabilidad nuestra y hay que hacerlo de forma correcta, siendo un paso muy importante, para la que el tratamiento surta efecto. Por tanto la administración es un punto clave, de modo que el medicamento haga su función, y el circuito se cierre por completo.

Para cumplir el tratamiento es importante establecer una rutina de cómo y cuándo administrarse el medicamento, con el fin de que no se nos olvide y nos acordemos todos los días, sobre todo, si se trata de un medicamento crónico. Como paciente, me he de poner una hora del día, o una comida (depende del fármaco) donde tomar el medicamento, y en unas condiciones (a temperatura ambiente, sin comida…), preparar la dosis que me corresponda, y aplicarme el tratamiento correctamente. 

En este punto, son muy interesantes las herramientas 2.0 que nos pueden ayudar a recordar la toma de medicamentos. Podéis encontrar algunas de ellas explicadas aquí.

 

 

Administración de medicamentos por enfermería

El otro caso es el del paciente ingresado donde la correcta administración de medicamentos es una función del personal de enfermería que cuida al paciente en la sala de hospitalización.

Los errores en la utilización de los medicamentos se arrastran desde la prescripción en un 56% de los casos, correspondiendo un 34% a la administración. Estos últimos son lo que más llegan hasta el paciente debido a que en el sistema de utilización de medicamentos, los errores pueden ser interceptados por el personal que participa en el proceso, en estadios posteriores, pero no en el de la administración que es el último paso, por ello los hospitales disponen de procedimientos de verificación antes de la administración. Son normas de comprobación, siempre se ha de confirmar

  1. Medicamento coincide con la prescripción (con la receta)
  2. Hora y frecuencia de administración son correctas
  3. Vía de administración (oral, rectal, tópica…) correcta
  4. Paciente correcto
  5. Cama correcta

Y una vez administrado el tratamiento, la enfermera ha de firmar en la hoja de administración de medicación, anotar las incidencias y la hora en qué dio el medicamento. De manera que la seguridad del paciente quede garantizada.

 

 

Autoprescripción

Volvamos al caso en que nos administramos nosotros los medicamentos. Cabe destacar la diferencia entre autoprescripción indiscriminada de la automedicación responsable.

 

¿Perfil de autoprescripción?

La autoprescripción es la acción de consumir fármacos por nuestra cuenta. Normalmente se debe a la recomendación de amigos o vecinos y a la suposición de que si algo les a ido bien a ellos, a nosotros también nos va a ir igual de bien. Así, se consumen medicamentos sin preguntar antes a un profesional sanitario.

 

¿Qué medicamentos son los más empleados en el autoconsumo?

Son básicamente los antibióticos, analgésicos y ansiolíticos.

España es uno de los países europeos con mayor consumo de antibióticos por habitante. Es muy frecuente gastar antibióticos cuando no se necesitan (resfriados y gripes), se toman de cualquier forma y, muchas veces, menos días de los recomendados, pues tras la infección, nos empezamos a encontrar bien, y abandonamos o olvidamos tomar el resto del tratamiento. Utilizando mal los antibióticos provocamos que aparezcan resistencias, que hacen que los antibióticos dejen de funcionar.

Por eso, se insiste en el uso responsable de los antibióticos, tomar las dosis que nos diga el médico, a las horas y los días que prescriba, siempre con una receta. El consumo sensato de éstos es uno de los pilares del control de las resistencias. Para ello se celebran campañas de información y formación a la población, para luchar contra este autoconsumo como el “Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos”, en el que se realizan distintas actividades para combatir la aparición de resistencias a los antibióticos.

Si conseguimos un uso adecuado de antibióticos, ayudaremos a que este tipo de medicamentos sigan siendo eficaces para nuestros nietos, logrando que las resistencias no sean una amenaza para la salud humana.

También incluiríamos en este apartado el abuso de consumo de los medicamento hipnóticos y ansiolíticos para la ansiedad o para ayudar a dormir (por ejemplo Tranxilium o Orfidal). Muchas veces se toman de forma indiscriminada durante períodos muy largos de tiempo sin un debido control de un médico. En principio, se recomienda en los hipnóticos utilizarlos tres meses y después valorar por el médico.

 

Consecuencias de la autoprescripción

La automedicación puede llegar a producir problemas de salud, generando falta de respuesta a infecciones, aparición de efectos adversos, o incluso intoxicaciones. Muchas veces, estos peligros son desconocidos por las personas que los consumen, e incluso hay medicamentos que según la enfermedad que suframos pueden estar completamente prohibidos (contraindicados), y además muchas veces no tenemos ni idea de cuál es la dosis que hay que tomarlo.

Nuestro mensaje en este tema es que siempre se debe hacer un uso racional y prudente de los medicamentos, es importante por el bien de todos nosotros y de las futuras generaciones.

 

¿Qué entendemos pos automedicación responsable?

Es cuando se utilizan medicamentos por propia decisión, pero de forma responsable. La OMS la considera válida, como una manera de autocuidado por nuestra parte, nosotros nos tratamos los síntomas que conocemos y que sabemos con qué medicamento combatirlo; es una forma de cuidado de las enfermedades en el mundo desarrollado.

Se tratan tanto los síntomas menores, como un dolor de garganta, como los síntomas de enfermedades crónicas ( como en la artrosis). La OMS apoya que los ciudadanos participen en todo lo que esté relacionado con su salud y formar al ciudadano en el buen uso de los fármacos.

 

¿Qué ventajas tiene la automedicación responsable?

Sobre todo, es que nos solucionamos problemas de salud nosotros solos, de forma autónoma, pero siempre siguiendo las indicaciones que dispongamos del profesional sanitario. De este modo, se aumenta la responsabilidad de las personas en el cuidado de su salud, y a ello ayuda la información y la educación sanitaria. 

 

¿Qué hemos aprendido?

  1. En la administración, los medicamentos acceden a nuestro organismo para hacer su efecto.
  2. En los tratamientos crónicos se ha de establecer una rutina de cómo y cuándo tomarlos.
  3. En el hospital se comprueba: el medicamento, la dosis, la vía de administración y la frecuencia del medicamento.
  4. Diferenciar:
  • Automedicación: autocuidado. El paciente soluciona sus problemas de salud siguiendo unas indicaciones.
  • Autoconsumo: tomar medicamentos por cuenta propia sin consultar con ningún profesional sanitario (ej. antibióticos).

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